De Pozos a plantas de tratamiento
Cuando se comenzó a poblar la parroquia urbana La Puntilla, en los años setenta, nadie imaginó que con el tiempo llegarían a habitarla miles de personas. Actualmente son unas 42 mil personas.
A falta de alcantarillado, los primeros residentes de lo que en ese entonces era una zona de haciendas, optaron por implementar su propio sistema, construyendo pozos sépticos. Aquamarina, Los Lagos, El Río, Biblos, algunos conjuntos residenciales de la zona de Tornero III y El Cortijo, aún mantienen este sistema, según Miguel Alvarado, subgerente técnico de Amagua, empresa de agua potable de Samborondón.
Con el tiempo, el Municipio ha ido regulando las construcciones y ahora se exige a los promotores que cada ciudadela cuente con su propia planta de tratamiento de aguas servidas. Según Alvarado, en este sector hay cerca de 65 plantas de tratamiento, aunque en La Puntilla haya unas 140 urbanizaciones. Esto porque funcionan macroplantas que atienden a varios sectores, como en Los Arcos.
Pero, ¿por qué optar por este tipo de sistema? Cuando el cantón se comenzó a poblar no se planificó instalar un colector matriz donde las ciudadelas vayan descargando las aguas residuales, como en Guayaquil. “Los dueños de terrenos construyeron sus propias redes de alcantarillado con sus propias plantas, y cada una descarga al río o cauce más cercano”, explica Alvarado.
El sistema de agua está dividido en dos grandes circuitos, sur y norte. El primero y más antiguo, del sur, abastece a las ciudadelas desde La Puntilla hasta Guayaquil Tenis Club (km 4).
Por el puente de la Unidad Nacional pasa este acueducto de 500 milímetros. Este circuito sirve a alrededor de 10.000 familias.
Mientras que el más nuevo, que abastece de agua al sector norte, consiste en una tubería matriz que pasa por la intersección de la avenida Francisco de Orellana y la Terminal Terrestre-Pascuales, de 2.000 milímetros y distribuye agua a ciudadelas desde el km 5 hasta toda la zona de Daule, en total unas 16 mil familias.
Pros y contras
Para Miguel Alvarado, los pozos sépticos no son la mejor opción porque el nivel freático (subsuelo) es bastante alto, sobre todo en el invierno. Por eso, algunas ciudadelas antiguas han optado por cambiar a una planta de tratamiento, como Rinconada del Lago, hace un año.
En la ciudadela Los Lagos, construida hace más de 20 años, las aguas residuales se tratan por pozo séptico, un sistema que realiza la separación y transformación físico-química de la materia orgánica contenida en esas aguas.
El presidente de la urbanización, Olmedo Álvarez, comenta que se ven en la necesidad de hacer el cambio debido a que hay quejas por malos olores.
Ante esta situación se proyecta la construcción de una planta de tratamiento. “En invierno, cuando llueve, las aguas servidas, por mucho que estén a través de un pozo séptico tratada, no dejan de estar casi a flor de suelo y emanan malos olores”, comenta Álvarez, que añade que este plan no se ha podido ejecutar en otros años por la falta de presupuesto.
La financiación será por medio de una entidad crediticia, pues el costo es de $ 490 mil. Álvarez dice que sería ideal comenzar el proyecto en esta época. “Tenemos el espacio, el plan, el estudio, pero falta la financiación”, asevera.
En El Cortijo también hay sistema de pozos sépticos en cada vivienda. Miguel Rodríguez, presidente de esta ciudadela, afirma que no han cambiado su sistema porque “las plantas de tratamiento son muy caras, no es dable, aquí solo vivimos unas 100 familias y no podríamos costear eso”, adujo.
Rodríguez asegura que el servicio de Amagua ha sido eficiente, puesto que cuando se llenan los pozos la empresa acude a limpiarlos a tiempo.
La ciudadela está entre las primeras del sector y las exigencias municipales no pedían canalización para aguas residuales y planta de tratamiento”.
Alvarado comenta que el problema en las ciudadelas ya consolidadas es su alto costo y la ubicación de la planta, “nadie quiere tener de vecina una planta”. Sin embargo, para David Moreira, jefe de Posventa de Codemet, la empresa que instaló las plantas de tratamiento de proyectos como Ciudad Celeste, Villa Club, Lago Sol, entre otros, las plantas son una tendencia a nivel mundial. “Estos sistemas funcionan en todo el mundo, cerca de las áreas urbanas, el problema es no tenerla. Una ciudadela que no tenga un sistema de tratamiento de agua va a botar al medio ambiente agua séptica donde proliferan bacterias patógenas que dañan la salud”, manifiesta.
Para el experto, el hecho de que no exista un sistema general de tratamiento, como en Guayaquil, no es un problema, sino una ventaja. “Si existiera una sola macroplanta, significaría que cada cierta distancia deberían poner estaciones de bombeo, si la planta colapsa afectaría a todo el sector, es más fácil solucionar problemas pequeños”.
Los problemas
Varios residentes se quejan de algunos aspectos del servicio de agua en el sector, como por ejemplo, la baja presión de agua, como dice Evelyn Díaz, de Bosques de Castilla.
Alvarado sostiene que se realizó un plan maestro de una tubería desde Guayaquil hasta la isla Mocolí, para reforzar el abastecimiento.
La planta de tratamiento del sector Los Arcos, que sirve a Bosques de Castilla y los centros comerciales de ese sector, es aeróbica, es decir se utiliza oxígeno y fue recién ampliada porque el año anterior los residentes se quejaban de malos olores que se percibían en el ambiente.
En Plaza Madeira se presenta un caso parecido. Guillermo Navas cuenta que desde hace más de dos años los hedores son permanentes porque a 15 centímetros de la casa de su mamá y a 30 del área social se ubica una laguna de aguas servidas que descarga en el río Guayas.
El Ministerio de Ambiente, afirma él, emitió una resolución de quitar esa laguna, pero no se ha concretado. “El Ministerio dijo que no pueden existir esas lagunas ahí, además que no cumplen un requisito técnico”, agrega el residente.
El funcionario de Amagua sostiene que ahí hay dos plantas aeróbicas, “la ubicación es un tema que no lo manejamos, el Municipio ha dado la autorización, no es nuestra responsabilidad”.
Malos olores
Según David Moreira, de Codemet, los malos olores se dan cuando la planta no recibe buen mantenimiento, pero no siempre emanan de las plantas. “A veces es porque están tapados los desagües. Al usar muchas grasas dentro de las casas, se les llenan las tuberías; otro problema es que cuando construyen los patios, la persona que hace los arreglos conecta las tuberías de aguas lluvias a las aguas servidas”, explica.
Mientras que para Amagua los problemas más comunes se presentan en las redes y estaciones de bombeo. “La gente tiene la mala costumbre de botar pañales, toallas por el inodoro. Como son sistemas pequeños, las tuberías también son de menor diámetro y por consiguiente hay más riesgos de taponamiento, las bombas se dañan y obstruyen”, comenta.
¿Colapso?
El subdirector asegura que es imposible que el sistema en el sector colapse, pues ya queda poco por urbanizar y aunque haya un crecimiento vertical, hay tratamientos diseñados para esta situación.
Con él coincide Moreira: “Hay sistemas para una casa hasta como para 750 mil personas, hay sistemas tan avanzados que el afluente de agua es ciento por ciento reutilizable”, indica.
Entre las funciones que realiza Amagua a las plantas de tratamiento están: limpieza de restos o material flotante, colocación de pastillas de cloro, limpieza de piscinas, desbroce, entre otros; trabajos hechos una a dos veces por semana.
Actualmente el costo promedio del agua es de $ 0,80 el metro cúbico residencial. En las zonas subsidiadas como La Aurora o Buijo Histórico, es de $ 0,25. Mientras que en zonas comerciales es un 10% más que la residencial.
El costo del alcantarillado “está entre el 24 al 40% sobre el consumo de agua”, indica el subgerente técnico de Amagua.
Detalles
Codemet es la empresa que ha instalado la mayoría de plantas en La Puntilla.
80
Centavos es el costo del agua en metros cúbicos que se cobra a residencias.
100
Es el número promedio de estaciones de bombeo, según Amagua.
Noticia tomada de: https://www.eluniverso.com/noticias/2013/07/18/nota/1176496/pozos-plantas-tratamiento